Así que cuando descubrí el diseño de Prairie Schooler Where there are bees there is honey (Donde hay abejas, hay miel) no me pude resistir a bordar los pequeños motivos cuadrados que me parecieron ideales para un librito guarda agujas. Y dicho y hecho... con un trecho gordo por en medio porque este bordado lo acabé antes de las fechas navideñas y lo monté la semana pasada.
Where there are Bees, The Prairie Schooler. Hilos DMC/Rosace sugeridos Lino Zweigart Belfast Cream 32 ct. |
Para montar el librito utilicé una entretela rígida que fue un acierto total: muy manejable, le da forma y consistencia sin llegar a tener una apariencia demasiado almidonada.
Seguí la sugerencia original del patrón para los hilos, me gustó el abanico de colores un tanto apagados y vintage, creo que le van muy bien al diseño con pequeños motivos que recuerdan al estilo quaker.
En las pasadas navidades recibí como regalo, entre otras cosas, un charm pack de telas de Moda, la colección Bon Voyage de French General, y por sus colores y estampados me parecieron ideales para montar este pequeño libro. Los charm packs son una idea genial, el único pero que se les puede poner es que se acaban demasiado pronto xD
Añadí cuatro "páginas" de fieltro blanco que acomodan perfectamente las agujas que más a menudo utilizo y también algunos alfileres. Un par de hexágonos en las contraportadas con relleno fino y la tela haciendo contraste sirven de almacenamiento extra y recuerdan a las celdillas de las colmenas.
En ésta primera página coloqué una etiqueta con el dibujo de una máquina de coser para recordarme que es la zona de las agujas de costura.
Y en ésta que es la última, la etiqueta tiene el dibujo de una bobina y un guarda hilos de plástico como los que utilizamos para almacenar los hilos de bordar, para señalar la zona de agujas de bordado.
En la página central es dónde más elementos decorativos añadí, tomando como ejemplo los coquetos libritos guarda agujas de nanacompany.
Un par de retales de lino demasiado pequeños para bordar sobre ellos (¡seguimos sin tirar nada!) y sujetos con una cinta decorativa en la parte derecha me ofrecen aún más sitio para mis agujas. Otra cinta decorativa en el lado izquierdo a juego con las telas del guarda agujas y unos botones en los extremos me conducen rápidamente casi-casi al borde del horror vacuii.
Pero como no me quiero olvidar de quién es realmente la protagonista del librito, añado un último adorno que quizá me ayude a desprenderme de una vez y para siempre de mi pereza.
Un último apunte: como siempre, está cosido a mano pero no acababa de convencerme la costura central, así que desenterré la máquina de coser e hice esta simple línea en... cuarenta minutos. Otro día si queréis os cuento todas y cada una de las vicisitudes que pasé en ese rato, que me hicieron casi desistir del intento. A perezosa no me gana nadie, pero a cabezota, tampoco :D¡Besos y Felices Puntadas!