“There is a curse. They say:
May you live in interesting times.”
Esta cita de uno de mis escritores favoritos que podría traducirse como "Hay una maldición que dice: Ojalá vivas tiempos interesantes", y que según supe luego se corresponde con una maldición china real, fue de las primeras cosas que me vino a la cabeza hace una semana. Porque todos desearíamos vivir una existencia aburrida y plácida, donde pudiéramos dedicarnos a nuestros quehaceres rutinarios, donde pasar el tiempo dedicados a nuestras aficiones y rodeados de nuestros seres queridos, familiares y amigos.
Pero como de momento estos "tiempos interesantes" se han interpuesto en nuestra vida aburrida y plácida, y parece ser que por más tiempo del que en un principio nos habíamos hecho a la idea, tendremos que intentar sacar algo positivo del confinamiento e intentar aprovechar-ocupar el tiempo. Y es que no sé si os pasa también a vosotros pero en otras circunstancias se me ocurrirían un sinfín de proyectos en los que emplear todo este tiempo "libre" del que ahora disponemos; aprender un nuevo idioma, empezar nuevos proyectos de costura, realizar algún trabajo de bricolaje en casa, aligerar mi amplia lista de lecturas, practicar nuevas técnicas como la caligrafía... Pero en estas circunstancias tan anómalas en el que nos encontramos y en los que el agobio y la ansiedad son a menudo compañeros se cumple ese axioma de que cuánto menos haces, menos ganas tienes de hacer nada.
Y toda esta parrafada para explicar que, en vista de las circunstancias, he decidido plantar pie en pared para intentar hacer algo positivo y qué mejor que empezar actualizando el blog que dejé parado justo antes de comenzar la mudanza, dos meses atrás. En este tiempo no he hecho más que las cosas propias de la mudanza y hasta hace un par de semanas ni siquiera había sacado de las cajas mis pertrechos costuriles, pero ahora que lo tengo todo organizado espero empezar algún proyecto enseguida.
De momento os dejo con el antes y el después de la mudanza, la última foto que visteis de la antigua casa era ésta que aparece en la entrada anterior.
Pero tenía trampa, ya que la verdadera fotografía, que saqué el mismo día en que nos cambiamos de casa es esta otra.
Aún a pesar del barullo, no se aprecia la triple fila de cajas que hay junto a la pared, ni se ven las dos diez o doce más que continuaban almacenadas en las terrazas contiguas. Un horror, vamos. Lo único bueno de las mudanzas es la limpieza que haces de armarios y de trastos inservibles y estoy segura de que, a pesar de todo de lo que nos deshicimos, aún podríamos haber desechado más trastos.
En esta casa no dispongo de terraza donde organizar un rincón de costura así que he colocado una butaca en el salón que haga las veces de ello... aunque ya veis que normalmente la encuentro siempre ocupada. Una de las cosas que he tenido que dejar en espera de momento es la confección de unas nuevas cortinas para esta estancia porque, como veis, éstas que reutilice de la antigua casa quedan bastante cortas. Y tampoco me vendría mal un cojín para la butaca... o dos... y algún otro para el sofá... y para la cama. Y algún cuadrito mono. Y...
Así que después de esta entrada tan atípica, como todo lo que nos rodea últimamente, espero que en la siguiente os pueda enseñar algún proyecto nuevo empezado. Mucho ánimo para todos, cuidaos mucho e intentad que nada os quite el ánimo y la alegría.
¡Besos y Felices Puntadas!