Me da la impresión que últimamente me repito en mis entradas o quizá sea, simplemente, que sólo me apetecen hacer cositas sencillas y rápidas, de esas que acabas en un fin de semana y no están dando vueltas y vueltas por la casa hasta que se convierten en un Ufo (de ésos ya tengo bastantes)
Así que, una vez más, hoy os traigo un bloque de patchwork convertido en un acerico coqueto y resultón, ideal para vosotras mismas (como siempre digo, una nunca tiene demasiados alfileteros), o para regalar en masa a nuestras amigas costureras ahora que se acercan fechas indicadas.
El tutorial, al que llegué gracias a Pinterest, lo podéis encontrar en el blog 100 billion stars, tiene un montón de dibujos y es muy fácil de entender a pesar de estar en inglés. Si yo he podido coserlo, os aseguro que cualquiera puede :) Lo bueno de los alfileteros de patch es que se adaptan fenomenal al gusto de la destinataria sólo con elegir una combinación de telas adecuada. El que yo hice es un poco más infantil o naïf de lo habitual en mí; me apetecía utilizar esta tela tan bonita en un proyecto en el que resaltara, pero en el blog Threads on mi socks podéis ver el mismo bloque con telas Tilda y el resultado es espectacular, claro, que la perfección del acabado también influye mucho.
Casualmente descubrí, una vez acabado el acerico, que encaja perfectamente en una pequeña caja en la que guardo los hilos desde que el peludo anda por casa y se dedica a jugar con ellos. Me resulta muy práctico colocarlo en la tapa de la caja para dejar alfileres o agujas cuando estoy cosiendo y, al mismo tiempo, tengo acceso libre a las bobinas de hilo.
Y, cuando termino, no tengo más que colocar el alfiletero encima de los hilos y cerrarlo con la tapa, así evito que me desaparezcan los alfileres y aparezcan luego en los sitios más insospechados, como el bebedero del interfecto o rodando por la bañera.
El resultado me ha gustando aunque le encuentro dos fallos: uno, que en vez de quedar completamente liso se nota el vaivén de las puntadas, sobre todo en los bordes (supongo que sea por estar cosido a mano) y dos, no le acabo de coger el truco al relleno en este estilo de alfileteros altos.
Nada que no se pueda perfeccionar con un poco más de práctica y paciencia :)
¡Besos y Felices Puntadas!
viernes, 20 de noviembre de 2015
miércoles, 11 de noviembre de 2015
Alfiletero 1831 Pincushion
Dado que me está costando más de lo previsible dar con una cajita redonda adecuada para mi bordado de halloween, y que me siento muy vaga como para tunear una normalita, me decidí por darle acabado al diseño de The Goode Huswife.
Llevando por nombre 1831 Pincushion y por mi más que notable afición por todo tipo de acericos era fácil de decir qué acabado tenía pensado darle, aunque le di unas cuantas vueltas en si darle un poco de altura o dejarlo en forma de sobre. Finalmente, opté por dejarle un par de centímetros de alto y elegí una tela muy otoñal de Moda en ocre oscuro y con estampado de estrellas que le va muy bien al estilo antiguo del dibujo.
Como adorno final y para no sobrecargarlo demasiado, que ya tiene bastantes motivos diferentes y no soy una fan del horror vacuii, le añadí un imperdible decorativo en color bronce y unos botones en la misma gama de color.
Y ésta es su ubicación definitiva, como centro otoñal en la mesa de café junto con otros alfileteros de temática parecida, tres o cuatro calabazas y algún que otro adorno más de estilo añejo. La cesta no tiene nada de particular, reutilicé una que rondaba por casa, le puse un lazo alrededor del borde y un retal de tela en el fondo y ¡listo! Estoy tan contenta con el resultado que he pensado en dejarla como adorno de forma continua, variando su contenido en cada estación, o según la apetencia del momento.
Llevando por nombre 1831 Pincushion y por mi más que notable afición por todo tipo de acericos era fácil de decir qué acabado tenía pensado darle, aunque le di unas cuantas vueltas en si darle un poco de altura o dejarlo en forma de sobre. Finalmente, opté por dejarle un par de centímetros de alto y elegí una tela muy otoñal de Moda en ocre oscuro y con estampado de estrellas que le va muy bien al estilo antiguo del dibujo.
Y ésta es su ubicación definitiva, como centro otoñal en la mesa de café junto con otros alfileteros de temática parecida, tres o cuatro calabazas y algún que otro adorno más de estilo añejo. La cesta no tiene nada de particular, reutilicé una que rondaba por casa, le puse un lazo alrededor del borde y un retal de tela en el fondo y ¡listo! Estoy tan contenta con el resultado que he pensado en dejarla como adorno de forma continua, variando su contenido en cada estación, o según la apetencia del momento.
¿Qué os parece la idea?
¿Reutilizáis también vosotras los mismos adornos según la temporada?
¡Besos y Felices Puntadas!