Ayer hizo dos semanas que fue mi cumpleaños (34, para las más curiosas) y, como siempre, no sé si es que me porto fenomenal durante el año o es que tengo una familia que no me la merezco porque siempre me colman de regalos, de lo que necesito, o de lo que me encapricho y además siempre de sorpresa que hace más ilusión todavía.
Comencé el día con un montón de regalos que me hizo Miguel, en parte intuidos, en parte sorpresa, pero cuando terminé de desenvolver paquetes me dijo que quedaba otro más, pero que no lo tenía ahí en ese momento. Después de una larga espera (bueno, quizá se me hizo larga porque no hacía más que cavilar qué podría ser xD) me trajo...esto...
Se llama Orión y es súper complicado hacerle una foto en condiciones porque al ser cachorro aún, es un trasto y no para quieto más que para dormir. Fue una completa sorpresa porque siempre me dijo que no quería tener animales en casa y no me lo esperaba absolutamente para nada, acertó al cien por cien, por supuesto :D
Mis padres por su parte me regalaron un portátil nuevo y pude por fin retirar el viejo que no hacia mas que estropearse una y otra vez, asi que a partir de ahora no tendré excusa para no actualizar el blog con frecuencia.
Bueno, si, excusa si voy a tener, porque mirad lo que pasa cada vez que intento coser algo...
...misteriosamente me desaparece la bobina de hilo entre pelos y zarpas.
Pero antes de eso había podido avanzar un poco más en mi quilt de tulipanes, me atreví por fin con el acolchado de las flores con una sola costura alrededor de ellos a medio centímetro de distancia.
Cuando pueda retomarlo acolcharé la franja verde por las costuras porque es muy estrecha para hacer florituras, lo que no sé es lo que haré con la última franja, la de los retales...lo iré pensando de mientras.
¡Besos y Felices Puntadas!